martes, 27 de agosto de 2013

Iker, Iker...!

Complejo caso el de Íker Casillas, ¿verdad?. En mi opinión, los debates interesados hacen mucho daño tanto a Iker, como a Diego López, y en especial, al Real Madrid. Sospecho que ese es el objetivo principal, como casi siempre.

Hemos pasado varios meses escuchando día sí día también que Mourinho se cargó a Iker por su inquina personal, tras la llamada de Iker a Xavi para disculparse por aquellos clásicos tan polémicos (¿para cuándo una llamada de Xavi para disculparse por sus continuos insultos al Real Madrid?). La duda que me surge es por qué, si ese era el verdadero motivo, no le sentó esa misma semana, y esperó más de un año para hacerlo. La respuesta: porque Íker bajó su rendimiento, y fue entonces, y sólo entonces, cuando fue relegado a la suplencia.

A partir de entonces, la campaña de desprestigio personal, acoso y derribo hacia José Mourinho y su familia fue cruenta. No se recuerda nada parecido por Chamartín. Entre todos esos debates, no se barajó en ningún momento la posibilidad de que la causa de la suplencia fuera un bajón de rendimiento. Luego, llegó la lesión, Diego López (que a diferencia de Adán sí dio la talla bajo los palos), y la decisión de Mourinho de mantenerle en la titularidad.

Y la temporada acabó de mala manera, con Mourinho fuera del club, y la llegada de Carlo Ancelotti, el Pacificador, amante del buen fútbol y de la educación. Parecía obvio que venía a arreglar el “disparate” de haber sentado en el banquillo a Casillas. Pero resultó lo contrario. Y llegó el terremoto. Prensa descolocada y llena de ira. Propaganda a pleno rendimiento. ¿Culpa de Ancelotti? ¿Marioneta de Florentino? ¿Culpa de Mourinho?. Múltiples debates, pero en ninguno de ellos se habla del rendimiento de Casillas.


Conclusión: para algunos Casillas tiene que jugar sí o sí. Para otros, entre los que me incluyo, el club debe basarse en la meritocracia, y el puesto debe ganarse con trabajo, y no con el pasado. Pasado que, en el caso de Iker ha sido glorioso, sí. Pero que no debe darle carta blanca para ser titular siempre. Que lo sea cuando lo merezca de nuevo.

La inmoralidad del Real Madrid

Ya estaban tardando. Pero ya están aquí las críticas. Sin ni siquiera ser oficial, empiezan a alzarse las voces críticas con el excesivo coste del fichaje de Gareth Bale por el Real Madrid. Y, cómo no, los gritos indignados vienen de Can Barça. Faltaría más.

Resulta que para el nuevo entrenador del F.C. Barcelona, las cifras que se manejan en el coste del traspaso del jugador galés por el club blanco son inmorales, más aún en el momento en que vivimos. Ricos contra pobres, ya saben.

Para el momento de crisis en que vivimos, pagar alrededor de 100 millones de euros por un jugador de fútbol, que vive de pegar patadas a un balón, son una falta de respeto total y absoluta, sobre todo para aquellas familias que no pueden llegar a fin de mes. Y razón no le falta, claro. El problema viene cuando las dosis de cinismo e hipocresía sobrepasan el entendimiento humano.

Tal vez alguien debería preguntarle al bueno de Tata si le parece inmoral el sueldo que cobra su mejor futbolista, que además es revisado cada año. Tal vez alguien debería preguntarle al bueno de Tata si le parece inmoral pagar 57 millones de euros por un futbolista de su equipo fichado este verano. Tal vez alguien debería preguntarle al bueno de Tata si le parece inmoral repescar a un canterano por 40 millones de euros. Y tal vez alguien debería preguntarle al bueno de Tata si le parece inmoral el sueldo que él mismo cobra actualmente por el trabajo que desempeña. Y así podríamos seguir durante varios días.

Nadie duda que tenga razón en la denuncia de las cifras escandalosas que se pagan por los futbolistas. Lo que recibiría mi aplauso sería hacer la misma crítica empezando por las cifras que maneja su club. Pero no. Lo elegante es atizar a los movimientos del club todopoderoso y rico de la capital del reino, mientras se vende el buenismo y las ejemplares políticas económicas de su club.


Del capitán de su equipo trataremos otro día. El que no se riegue un césped a su gusto acabará siendo un tema denunciable. Ante el tribunal de La Haya por lo menos.

Cristianismo Ateo

En este último tramo de 2013 estamos asistiendo a un nuevo fervor religioso. Hablamos de un repentino auge del Cristianismo. Lo más curioso del tema, es que quienes están enarbolando de manera ruidosa las banderas, son en su mayoría ateos declarados, futbolísticamente hablando.

Expliquemos mejor la situación. Resulta que nos encontramos ante una campaña mediática sin precedentes, en la cual se están desgranando las mejores virtudes de un gran futbolista, capaz de anotar la friolera de 201 goles en 199 partidos con su club, que no es otro que el Real Madrid. 

Resultaría del todo lógico, de acuerdo a estos espectaculares números, que los halagos hubieran sido continuados, a lo largo de los 4 años en los que se han realizado. Pero no. Los halagos únicamente han sido tales a partir de un hecho extradeportivo, como ha sido la crítica hacia su ex entrenador. Donde antes todo eran excusas para quitar méritos al jugador, ahora, como por arte de magia, nos encontramos ante un jugador mas centrado, maduro, y mejor compañero. Como lo oyen.

No hay que estar muy al día de la actualidad deportiva, para saber que Cristiano está siendo utilizado de manera conveniente por la prensa "deportiva" de este país, en su frenética campaña de desprestigio hacia en ex entrenador portugués del Real Madrid. Y lo que es más inquietante, es que está siendo venerado por los que durante 4 años han encontrado todas las razones posibles para desacreditar el espectacular rendimiento del luso en el campo. 

Pero como uno empieza a ser un veterano, y tiene el colmillo más que retorcido ante los gurús del periodismo deportivo patrio, cuento las horas que tardarán en menospreciarle en cuanto vuelva a hacerse la comparación con el genio argentino, tenga algún mínimo desplante hacia la prensa, o vuelva a responder con sinceridad incómoda a alguna cuestión que no sea de su agrado.

Si yo fuera Cristiano, tendría mucho ojo. Entre sus nuevos "fieles", más de uno está deseoso de darle su particular Última cena. Y, por supuesto, tendría más respeto y agradecimiento por quien, sin duda, le hizo convertirse en un mejor futbolista de lo que ya era.

El fin del Antimadridismo


Llegados a este punto, si seguimos la aplastante lógica de la inmensa mayoría Antimadridista, estamos ante un año de cambios. Dado que el malvado entrenador portugués (cuyo nombre no vamos a escribir para no dañar sensibilidades) se ha marchado rumbo a otra liga, se entiende que los días de odio hacia el Real Madrid se han acabado.

Durante años, el Real Madrid fue respetado, aclamado y querido por la mayoría de los campos más importantes de España, véase Camp Nou, Mestalla, Riazor, Vicente Calderón, El Sadar o San Mamés. Ante el interés del club de fichar a jugadores de estos equipos, se ofrecían todo tipo de facilidades, y no se ponía ninguna traba especial hacia el Real Madrid. Los jugadores más importantes eran ovacionados al ser sustituidos después de grandes actuaciones en campo rival.

Todo cambió con la llegada de ese entrenador de malos modales, formas agresivas, y empecinado en destrozar a la Selección Española. El Real Madrid pasó a ser un club prepotente, desmedidamente rico, con un juego rácano y vulgar, y con unos jugadores, en su mayoría portugueses, maleducados, provocadores y antipáticos. En bloque, el grueso del Antimadridismoseñalaba que el malvado entrenador portugués había hecho incrementar el odio visceral hacia el Real Madrid.

Deducimos pues, que volveremos a los tiempos previos a estos 3 años de maldad, rencor y malas formas portuguesas. Volveremos al cariño procesado desde siempre hacia el Real Madrid de puntos tan variados en la geografía Española como Sevilla, A Coruña, Barcelona, Bilbao o Valencia.

Esperen sentados, y preparen las palomitas. La película promete ser interesante.